Los Mozos de Monleon

Los mozos de Monleón se fueron a arar temprano, para ir a la corrida, y remudar con despacio, Al hijo de la "Velluda", el remudo no le han dado,   “Yo al toro tengo que ir aunque lo busque prestado, “   “Permita Dios, si lo encuentras, que te traigan en un carro, las albarcas y el sombrero de los in diestros colgando”.   De Monleón salen tres, de la Alberguería  cuatro, y uno de la Herguijuela, Que ocho mozos más gallardos   Se cogen los garrochones, se van las navas abajo, preguntando por el toro, y el toro ya está encerrado.   A la mitad del camino, al vaquero preguntaron: ¿Que tiempo tiene el toro? “El toro tiene ocho años,   Muchachos no entreis a el  mirad que el toro es muy malo, que la leche que mamó se la di yo por mi mano.”   Se presentan en la plaza cuatro mozos muy gallardos, Manuel Sánchez llamó al toro; nunca lo hubiera llamado,   por el pico de una albarca toda la plaza arrastrando; Cuando el toro lo dejó, ya lo ha dejado sangrando,

“Compañeros, que yo me muero; amigos, yo estoy muy malo; tres pañuelos tengo dentro y este que meto son cuatro.   ¡Que llamen al confesor, pa que venga a confesarlo.! Cuando el confesor llegaba Manuel Sánchez ha expirado.   Al rico de Monleón le piden los bues y el carro, pa llevar a Manuel Sánchez, que el torito lo ha matado.   A la puerta de la "Velluda" arrecularon el carro,  “Aquí tenéis, vuestro hijo como lo habéis demandado.   Los trapos y las abarcas de los in diestros colgando, ya se le cumplió a Usted la maldición que le ha echado”   Y a eso de los nueve meses la viudita salio al campo, bramaba, mas que bramaba, mas que un toro de ocho años   los vaqueriles arriba, los vaqueriles abajo, preguntando por el toro y el toro ya está enterrado.   “Madre las que tengáis hijos, no le echéis la maldición que yo se la eché al mío y así me sucedió”

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